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Cuadernillos de formación político sindical
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El pensamiento geopolítico del Papa Francisco
Por Marcelo Gullo*
La decisión de la Iglesia Católica de designar al Cardenal Jorge Bergoglio como Papa, constituye, sin lugar a dudas, un acontecimiento epocal. Es una decisión extraordinaria tanto, desde el punto de vista religioso como político. Decisión que pone a todo analista de la política internacional frena a la ineludible necesidad de conocer el pensamiento geopolítico profundo del hombre que conducirá los destinos de uno de los más importantes actores del gran tablero de la geopolítica mundial.
Al respecto, la gran novedad histórica es que, el pensamiento geopolítico del nuevo Gran Timonel de la Barca de San Pedro encuentra sus raíces, más profundas, en el nacionalismo popular latinoamericano de Manuel Ugarte[1], José Vasconcelos[2], Juan Domingo Perón y Alberto Methol Ferré. El pensamiento político de Jorge Bergoglio se formó, desde su juventud, en la doctrina peronista y, en la frecuente lectura de los artículos y libros - como él mismo lo manifestara públicamente en reiteradas ocasiones - del ensayista montevideano Alberto Methol Ferre. Conformado de esa manera, el pensamiento geopolítico del Papa Francisco - tal como él mismo lo expresara cuando era Obispo de Buenos Aires, en reiteradas ocasiones - gira en torno a la “idea fuerza” de la construcción de la Unidad de la América del Sur en el marco de un mundo multipolar que logre frenar la “…concepción imperial de la globalización”[3] sostenida por el mundo anglosajón.
El Papa Francisco es perfectamente consciente de que, en el viejo continente, hace tiempo que Dios ha muerto, que los templos dejaron de ser los lugares de Fe -para convertirse en sitios de paso turístico o simples museos- que las únicas catedrales son los bancos y que, los únicos valores que cuentan son los que se cotizan en la bolsa de Londres o Frankfurt y de que la única búsqueda de hombres y mujeres “posmodernos”, es la de un decadente hedonismo, vendido procazmente como fruto de la “evolución de los tiempos” cuando, en realidad, se trata de una mera forma de expresión de la ausencia de valores reales y es fruto de la acción de oscuros poderes a los que cada vez les cuesta menos dominar a los hombres “distraídos” de lo esencial y, consecuentemente, cada vez “más manipulables y carentes de libertad”. De esa apreciación de la realidad, el Papa Francisco extrae una premisa fundamental que constituye la piedra angular de todo su pensamiento religioso y geopolítico: en el siglo XXI “el destino de los pueblos latinoamericanos y el destino de la catolicidad están íntimamente vinculados.”[4]
“Solos no iremos a ninguna parte”
De los numerosos escritos del Cardenal Jorge Luis Bergoglio el más importante, desde el punto de vista geopolítico es, sin lugar a dudas, el prólogo que, en abril del año 2005, escribiera para el libro del ensayista uruguayo Guzmán Carriquiry titulado: “Una apuesta por América Latina”.
Resulta entonces imprescindible analizar y transcribir las partes más sustanciales de dicho escrito para poder avizorar los tiempos geopolíticos “ por venir”. Es en dicho prólogo que, el Cardenal Bergoglio desarrolla explícitamente la idea ugartiana de la Patria Grande e, implícitamente, la idea peronista de la necesidad de una tercera posición entre el comunismo totalitario y el capitalismo salvaje. Al respecto, afirma Bergoglio: “Poco tiempo después del derrumbe del imperio totalitario del ‘socialismo real’…el resurgido recetario neoliberal del capitalismo vencedor, alimentado por la utopía del mercado autorregulado, demostraba también todas sus contradicciones.”[5]
Si es esa, la circunstancia ideológica en que se desenvuelve la vida de las naciones importa resaltar, según el Cardenal Bergoglio, también que: “En las próximas dos décadas América Latina se jugará el protagonismo en las grandes batalla que se perfilan en el siglo XXI y su lugar en el nuevo orden mundial en ciernes.”[6]
En ese nuevo orden en ciernes -destaca el Cardenal Bergoglio- la única posibilidad que tienen los países latinoamericanos de alcanzar el desarrollo económico y la autonomía política pasa, inevitablemente, por la construcción de una Patria Grande Latinoamericana. Es por eso que afirma: “Ante todo se trata de recorrer las vías de la integración hacia la configuración de la Unión Sudamericana y la Patria Grande Latinoamericana. Solos, separados, contamos muy poco y no iremos a ninguna parte. Sería callejón sin salida que nos condenaría como segmentos marginales, empobrecidos y dependientes de los grandes poderes mundiales.” [7]
El Cardenal Bergoglio continúa su análisis afirmando que, ante un escenario internacional que se presenta como dramático, América Latina debe, desde un realismo pragmático - aunque sin olvidar o traicionar sus ideales y raíces culturales -, elaborar “un nuevo paradigma de desarrollo autosostenido”. El pensamiento del Cardenal Bergoglio es un pensamiento basado en el realismo político y por precisamente por ello importa resaltar que, el Cardenal Bergoglio es perfectamente consciente del escaso margen de maniobra que, en el actual escenario internacional, tiene América Latina para llevar adelante una política tendiente a lograr la Justicia Social , la Soberanía Política y la Independencia Económica. Es, en tal sentido que afirma: “América Latina puede y tiene que confrontarse, desde sus propios intereses e ideales, con las exigencias y retos de la globalización y los nuevos escenarios de la dramática convivencia mundial. A la vez, América Latina necesita explorar, con buena dosis de realismo pragmático - impuesto también por su propia vulnerabilidad y escasos márgenes de maniobra - nuevos paradigmas de desarrollo que sean capaces de suscitar una gama programática de acciones, un crecimiento económico autosostenido, significativo y persistente; un combate contra la pobreza y por mayor equidad en una región que cuenta con el lamentable primado de las mayores desigualdades sociales en todo el planeta.”[8] Pero, sagazmente, a continuación, advierte Bergoglio: “Nada de sólido y duradero podrá obtenerse si no viene forjado a través de una vasta tarea de educación, movilización y participación constructiva de los pueblos.” [9]
Ni socialismo totalitario ni ultraliberalismo individualista
El Cardenal Bergoglio avanza en su largo razonamiento geopolítico reafirmando que, el desafió de lograr la Unidad Política de la Patria Grande y la Justicia Social para sus pueblos, no podrá, jamás, lograrse ni resucitando anacrónicamente al socialismo totalitario. ni aceptando la propuesta imperial del ultraliberalismo individualista: “Los ingentes problemas y desafíos de la realidad latinoamericana no se pueden afrontar ni resolver reproponiendo viejas actitudes ideológicas tan anacrónicas como dañinas o propagando decadentes subproductos culturales del ultraliberalismo individualista y del hedonismo consumista de la sociedad del espectáculo.” [10]
Las dos caras del colonialismo cultural
Bergoglio culmina su extenso y sesudo razonamiento geopolítico afirmando que, la solidez cultural de la América Latina - sin la cual no puede construirse ningún proyecto político realmente fuerte y realmente liberador de la dependencia- “es un patrimonio sujeto a una fuerte agresión y erosión.”[11]
Para el Cardenal Bergoglio, no cabe duda alguna que, la cultura del gran “pueblo continente”[12] - que se extiende desde el Río Grande a la Tierra del Fuego -, se encuentra asediada por dos corrientes del pensamiento débil que constituyen, en realidad -más allá de los disfraces y las máscaras - las dos caras de una misma moneda: “el colonialismo cultural de los imperios.”[13]
En ese sentido, Bergoglio afirma: “Llama la atención constatar cómo la solidez de la cultura de los pueblos americanos está amenazada y debilitada fundamentalmente por dos corrientes del pensamiento débil. Una que podríamos llamar la concepción imperial de la globalización (según la cual), todos los pueblos deberían fusionarse en una uniformidad que anula la tensión entre las particularidades…Esta globalización - aclara el Cardenal Bergoglio - constituye el totalitarismo más peligroso de la posmodernidad…La otra corriente amenazante es la que, en jerga cotidiana, podríamos llamar el ‘progresismo adolescente’. Este ´progresismo adolescente` configura el colonialismo cultural de los imperios y tiene relación con una concepción de la laicidad del Estado que más bien es laicismo militante. Estas dos posturas - continua el Cardenal Bergoglio - constituyen insidias antipopulares, antinacionales, antilatinoamericanas, aunque se disfracen, a veces, con máscaras progresistas.” [14]
* Marcelo Gullo: Doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador, Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario, Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid, Magister en Relaciones Internacionales, especialización en Historia y Política Internacional, por el Institut Universitaire de Hautes Etudes Internationales, de la Universidad de Ginebra. Discípulo del politólogo brasileño Helio Jaguaribe y del sociólogo y teólogo uruguayo Alberto Methol Ferré, ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Argentina Brasil: La gran oportunidad (prólogo de Helio Jaguaribe y epílogo de Alberto Methol Ferré). La Insubordinación Fundante : Breve historia de la construcción del poder de las naciones (prólogo de Helio Jaguaribe). Este libro fue traducido al italiano y publicado en el 2010, en Firenze por la editorial Vallecchi, con el título: “La costruzione del Potere”. En octubre del 2012 publicó su último libro titulado: “Insubordinación y Desarrollo: las claves del éxito y el fracaso de las naciones” Asesor en materia de Relaciones Internacionales de la Federación Latinoamericana de Trabajadores de la Educación y la Cultura (FLATEC). Profesor de la Universidad Nacional de Lanús y Prosecretario del Instituto de Revisionismo Histórico Nacional e Iberoamericano Manuel Dorrego.
[1] Manuel Ugarte afirma en su obra, “El porvenir de la América Española”, los siguientes conceptos: “Contemplemos el mapa de la América Latina. Lo que primero resalta a los ojos es el contraste entre la unidad de los anglosajones, reunidos con toda la autonomía que implica un régimen eminentemente federal, bajo una sola bandera, en una nación única, y el desmigajamiento de los latinos, fraccionados en veinte naciones, unas veces indiferentes entre sí y otras hostiles. Ante la tela pintada que representa el Nuevo Mundo es imposible evitar la comparación. Si la América del Norte, después del empuje de 1775, hubiera sancionado la dispersión de sus fragmentos para formar repúblicas independientes; si Georgia, Maryland, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Nueva Hampshire, Maine, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Pennsilvania se hubieran erigido en naciones autónomas ¿comprobaríamos el progreso inverosímil que es la distintiva de los yanquis? Lo que lo ha facilitado es la unión de las trece jurisdicciones coloniales que se separaron de Inglaterra, jurisdicciones que estaban lejos de presentar la homogeneidad que advertimos entre las que se separaron de España. Este, es el punto de arranque de la superioridad anglosajona, en el Nuevo Mundo. A pesar de la Guerra de Secesión el interés supremo se sobrepuso, en el Norte, a las conveniencias regionales y un pueblo entero se lanzó al asalto de las cimas, mientras en el Sur, subdividíamos el esfuerzo deslumbrados por apetitos y libertades teóricas que nos tenían que adormecer”. UGARTE, Manuel, El porvenir de la América Española, Valencia, Ed. F Sempere, 1911, p 110.
[2] Significativamente José Vasconcelos en 1923 en ocasión del discurso que pronunció en la Facultad de Humanidades de Santiago de Chile, el día en que se le concedió el grado de profesor honorario, sostuvo:“Yo veo la bandera iberoamericana flotando una misma en el Brasil y en Méjico, en el Perú y la Argentina, en Chile y el Ecuador, y me siento en esta Universidad de Santiago, tan cargado de responsabilidades con el presente, como si aquí mismo hubiera pasado todos mis años.” Claridad, Lima, Año 1, n°. 1, mayo, 1923, p. 2.
[3]. BERGOGLIO, Jorge, prólogo del libro Una apuesta por América Latina de Guzmán Carriquiry, Bs. As, Ed. Sudamericana, 2005, p. 10.
[4]. Ibíd., p. 10.
[5]. Ibíd., p. 7.
[6]. Ibíd., p. 8.
[7]. Ibíd., p. 8.
[8]. Ibíd., págs. 8 y 9.
[9]. Ibíd., p. 9.
[10]. Ibíd., p. 10.
[11]. Ibíd., p. 10.
[12]. El concepto de “pueblo continente” fue expresado, por primera vez, por el pensador peruano Antenor Orrego - de enorme cercanía, política e intelectual con el gran líder político Víctor Raúl Haya de la Torre. “De París a Berlín o a Londres, -afirma Antenor Orrego- hay más distancia sicológica que de México a Buenos Aires, y hay más extensión histórica, política y etnológica que entre el Río Bravo y el Cabo de Hornos. Mientras en Europa, la frontera es , hasta cierto punto, natural, porque obedece a un determinado sistema orgánico y biológico, en América Latina es una simple convención jurídica, una mera delimitación caprichosa que no se ajusta ni a las conveniencias y necesidades políticas, ni a las realidades espirituales y económicas de los Estados. Mientras en Europa, con frecuencia, los pueblos originan y construyen los Estados, en América, el pueblo es una gran unidad y los Estados son meras circunscripciones artificiales. Mientras pueblo y Estado en Europa son casi sinónimos porque hacen referencia a las mismas realidades, porque éste es la traducción política y jurídica del estado económico, físico y anímico de aquel, en América latina pueblo y Estado tienen un sentido diferente y, a veces, hasta antagónico, porque Estado es una simple delimitación o convención que no designa una parcela substancial de la realidad...Las diferencias entre los pueblos de Indoamérica son tan mínimas y tenues que no logran nunca constituir individualidades separadas, como en el Viejo Mundo. De norte a sur los hombres tienen el mismo pulso y la misma acentuación vitales. Constituyen en realidad, un solo pueblo unitario de carácter típico, específico, general y ecuménico...Somos, pues, los indoamericanos, el primer PUEBLO-CONTINENTE de la historia y nuestro patriotismo y nacionalismo tienen que ser un patriotismo y un nacionalismo continentales.” ORREGO, Antenor, Pueblo Continente. Ensayos para una interpretación de la América Latina , Buenos Aires, Ed. Continente, 1957, págs. 73 a 75
[13]. BERGOGLIO, Jorge, Op.Cit. p. 10.
[14]. Ibíd., p. 11.
“CGT hay una sola”
El líder de los estatales advierte que Hugo Moyano encabeza una “agrupación sindical” y dice que si el camionero quiere ser alternativa política debe hacerlo “a partir de un partido”. Tampoco da por definida la designación de Antonio Caló al frente de la central sindical y habla de los reclamos del gremialismo.
Por Luis Bruschtein
“CGT hay una sola, lo demás son agrupaciones de origen gremial con intenciones políticas”, aseguró el dirigente estatal Andrés Rodríguez, secretario general de UPCN e integrante de la central obrera que realizará la elección de autoridades el 3 de octubre, después de que el camionero Hugo Moyano decidiera seguir al frente a pesar de la falta de apoyo de los dirigentes, fracturando la CGT. En la sede que el gremio tiene en la calle Moreno al 1300, Rodríguez recibe a Página/12 y dice que Moyano “tiene todo el derecho de generar una instancia de alternativa política dentro del contexto democrático de un país, pero lo tiene que hacer a partir de un partido, no a partir de conformarse como agrupación gremial o como él se autodenomina CGT”. Ve con buena perspectiva el avance de las negociaciones con el Gobierno sobre puntos como las obras sociales, asignaciones familiares y el mínimo no imponible de Ganancias, y lo enmarcó en el proceso de diálogo abierto con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Además reflexiona sobre la Juventud Sindical.
–En la recta final del proceso electoral está en discusión la forma que adquirirá el Consejo Directivo. ¿Va a ser tradicional, con un secretario general, o el triunvirato también es viable?
–Están en evaluación todas las posibilidades. Fundamentalmente la mayoría de los que hemos transitado esta historia del movimiento sindical de los últimos años hemos visto que lo primero y principal es que el personalismo es el principal enemigo para que la CGT pueda crecer y evolucionar y jerarquizarse como corresponde. Por eso hay que tener en cuenta fundamentalmente que la concepción es un cuerpo colegiado, que tiene una sola cabeza, un secretario general y diferentes secretarías, pero en principio esa entidad tiene que funcionar como un cuerpo colegiado, con debate, análisis previo y consenso de la mayoría de sus miembros. Como transición hacia un momento donde ha habido una situación difícil de resolver con una posición de Hugo Moyano en la que deja de lado el reordenamiento gremial y pasa a un escenario político que no comparte la mayoría de la dirigencia gremial. Para resolver esta cuestión puede darse como tránsito un triunvirato o cuatro personas en la cabeza de la CGT. Ha habido en otras épocas históricas; el propio Moyano comenzó con un triunvirato. No es descartable, pero tampoco hay que descartar que no nos pongamos de acuerdo entre todos y elijamos un solo dirigente para ser el secretario general. Son fórmulas que las vamos a empezar a conversar en estas épocas y las resolveremos de común acuerdo. Lo importante es la concepción de que la CGT tiene que funcionar con debate interno y por decisión de la mayoría de sus miembros colegiadamente.
–En este marco que usted plantea, ¿la candidatura del líder de la UOM, Antonio Caló, sigue vigente?
–Caló sigue siendo un posible candidato. Este proceso se dio porque en realidad se fue deformando la noticia y quedó trastrocada. Pero en realidad lo que pasó fue un paso de la propia UOM en donde su secretariado decidió impulsarlo como posible candidato a secretario general, lo que fue bien recibido por el resto del contexto sindical, pero eso no quiere decir que aún lo hayamos tratado para generar una aprobación y una decisión de la mayoría. Pero es factible que lo pueda ser, la opción de que él sea todavía tiene que ser tratada por todos.
–¿Cómo se explica el giro de Moyano tan enfrentado al Gobierno del que fue aliado durante ocho años? Cada vez que habla hace hincapié en las legislativas del año que viene...
–Está claro que no representa los intereses del movimiento sindical. Tiene todo el derecho de generar una instancia de alternativa política dentro del contexto democrático de un país, pero lo tiene que hacer a partir de un partido no a partir de conformarse como agrupación gremial o como él se autodenomina CGT. Esto no existe en el historial del movimiento obrero. Así que ya tomó un sesgo fuera de lo que es la propia esencia sindical y además vemos que ha tomado compromisos con sectores que nunca tuvieron que ver con la propia realidad del movimiento obrero, fundamentalmente peronista. Con entidades como la Sociedad Rural nunca tuvimos nada que ver y vemos que hay reuniones permanentes con otros partidos preparando una suerte de sensación de frente electoral que no tiene nada que ver con lo que son los intereses propios del sindicalismo y que, por supuesto, va a fracasar.
–¿Cuál es el juego del gastronómico Luis Barrionuevo que no termina de definirse?
–Ojalá que reflexione y también sea parte de la CGT, pero indudablemente me parece que la dificultad que él tiene –es una opinión personal– es que el espacio que naturalmente siempre ocupó de oposición al Gobierno se lo pelea Moyano y esto es una disputa en ese terreno. A nosotros no nos interesa disputar un espacio de carácter político opositor al Gobierno, nos interesa reconstruir el poder gremial del movimiento obrero para, principalmente a través de la negociación y de las conversaciones que podamos tener con quienes gobiernan, ir consiguiendo reivindicaciones propias de los trabajadores. El tema de Barrionuevo es que ha quedado un poco desubicado porque el espacio político lo ocupa Moyano y él tampoco tiene gran cantidad de gremios como para mover el amperímetro y ser una mayoría o imponer una mayoría dentro de movimiento sindical. Yo me reía porque a veces aparece en los medios de comunicación que uno tiene cincuenta gremios, el otro tiene cien, si fuera así no-sotros que tenemos los gremios grandes deberíamos ser diez gremios, porque los demás tienen todo. Los padrones de la CGT tienen 180, 190 gremios que están confederados y la mayoría está de este lado. Y después hay grupos, en lo que muchos se han convertido en agrupaciones que son minoritarias.
–¿La Juventud Sindical dónde queda?, porque fue un armado dentro de la CGT. ¿Se puede decir que fue una construcción del moyanismo?
–Es una construcción totalmente sectaria, muy limitada a ese espacio. De cualquier manera los jóvenes activistas del movimiento sindical militan mucho en cada uno de los sindicatos. Nosotros, por ejemplo, tenemos casi un tercio de nuestros delegados que son gente joven que además de su función de delegados electos también cumplen un rol en el horizonte de la juventud con proyectos de debate y participación en la formación sindical que generan una mecánica de la militancia de los jóvenes. Ojalá en algún momento se vuelva a conformar una juventud que represente al conjunto de los gremios, pero que tenga una entidad con la característica de la acción siempre pujante que dan los jóvenes pero con un neto contenido gremial, auténtico, para mejorar la calidad del movimiento sindical.
–¿Este año se va a poder tratar la suba del mínimo no imponible, que es uno de los puntos que más se ha hablado de la agenda sindical?
–Quedan temas significativos de la agenda. Dentro del paquete de las obras sociales quedan temas que se han peticionado. Sobre el mínimo no imponible presentamos la opción y sabemos que se ha estudiado en el contexto de la AFIP la posibilidad que hemos propuesto de que se quite peso, sobre todo en las franjas medias o de salarios intermedios, y recargarlo en los salarios más altos. Esto es algo que técnicamente tiene que proponer la AFIP y que ya se estuvo elaborando dentro del organismo una alternativa que tendrá que ser propuesta a nivel político a la Presidenta. Estos cambios son factibles de realizar, porque la crítica que hace la dirigencia gremial es que hasta hace tres o cuatro años el impuesto lo pagaban entre 800 y 900 mil trabajadores en relación de dependencia y hoy pasó a un millón seiscientos porque no ha habido actualización e indudablemente con los diferentes convenios se ha mejorado el ingreso salarial de la gente. Hay trabajadores que ganan siete mil, ocho mil pesos de sueldo, y no es tampoco para cargarle una imposición muy severa; esto hay que aliviarlo. Por eso solicitamos que se alivien esas franjas intermedias y se recargue arriba si es necesario.
ENTREVISTA AL CRO. ANDRES RODRIGUEZ EN MIRADAS AL SUR
“Queremos recuperar la CGT para que se reordene su poder gremial”. El referente del sector de los “independientes” entiende que con Moyano la central obrera se convirtió en un partido político.
El titular de la Unión Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez, es el referente de los “independientes”. Un sector que si bien nunca integró el riñón del moyanismo, acompañó casi todo el período del dirigente camionero al frente de la CGT. Desde su óptica, Moyano se manejó de manera ilegal para convocar a la reelección de autoridades y no descarta la realización de un congreso paralelo.
–Daría la impresión de que el espacio que se opone a la continuidad de Moyano en la CGT es de tal heterogeneidad que le cuesta establecer una estrategia común.
–Esto obedece a varias razones. Ordenar una mayoría es más complejo que ser una minoría. Segundo, dentro de esa mayoría convivimos matices diferenciales, productos de diferentes desencuentros y reencuentros dentro de la historia del movimiento sindical. Entonces, arribar a acuerdos se hace más complejo. Pero en lo que estamos todos de acuerdo los que convivimos en este espacio es que queremos un Congreso legal y legítimo. Estamos impugnando al Consejo Directivo que supuestamente convocó al Comité Central Confederal (CCC) y al Congreso porque careció de quórum. Esto se logra estando los titulares de cada sindicato, cosa que no pasó. Nosotros tenemos certificado que el 24 de abril, cuando se hizo esa reunión del consejo, estaban presentes 16 miembros reales del Consejo Directivo. Por lo tanto, no tenía quórum. A partir de ahí, hay un vicio de ilegalidad en el resto de la convocatoria. Además, en lo político tiene que ver con que hay que establecer reglas de juego muy claras para que el Congreso que se convoque tenga el consenso de todos. Que se haga con la presencia exclusiva de los congresales y no con gente ajena. Nosotros convocamos en la Uocra a más de 70 organizaciones gremiales. En la historia del movimiento obrero hay sindicatos que pueden haber no estado en su momento en la conducción de la CGT pero estamos viendo que en este espacio hay gremios que históricamente fueron cegetistas. Estamos hablando de organizaciones como la Uocra, Upcn, la UOM, Smata… Hasta hay gremios que han estado con el moyanismo y que cruzaron de vereda. Evidentemente, algo está pasando.
–Si están convencidos de que son mayoría, ¿por qué no dan la pelea en la misma cancha?
–Para llegar a ese punto hace falta un congreso que funcione con legalidad. Si un sindicato que tiene 80 y pico de congresales, de repente dice que tiene 200 congresales, está falseando el congreso. Esto es lo que está pasando.
–Pero en las reuniones previas donde se definieron las reglas de juego del congreso ustedes tampoco participaron.
–Es que nos desayunamos todos con una declaración pública de Moyano que iba a convocar al Congreso contra viento y marea y que él iba a ser el próximo secretario general. Tiene todo el derecho a postularse pero en principio tiene que garantizar al conjunto del movimiento obrero la realización de un congreso legítimo y legal. A partir de que no sucede esto, es imposible ir a algo que no manejamos todos. Si el conjunto de las organizaciones participa del armado del congreso y lo consensúa, ahí están garantizadas las posibilidades de elegir una nueva conducción. Pero este paso no se dio.
–Para convocar a otro congreso tienen que esperar que el Ministerio de Trabajo impugne el convocado para el 12 de julio?
–El Ministerio de Trabajo tiene la obligación de expedirse. Ahí se pueden abrir distintos caminos. Si hay una actitud de comprensión de la problemática, lo lógico es que se forme una comisión mixta entre los sectores en pugna y se resuelva claramente ponerse de acuerdo en cómo se convoca a un congreso y cómo se participa. Si la minoría que representa Moyano no acepta esto, nosotros tampoco nos vamos a quedarnos sin CGT. Incluso, tenemos mayoría en el actual Consejo Directivo para autoconvocarnos y dar los pasos necesarios para convocar a un CCC y a un congreso. Queremos recuperar la CGT para que se reordene su poder gremial que hoy está bastante disperso. Necesitamos que vuelva a ser una organización colegiada, donde sus problemas se resuelvan en una mesa de conducción. La CGT no puede ser un partido político ni opositora ni oficialista. Esto es lo errado y lo que deforma la posibilidad de recuperar la fuerza gremial que necesita nuestra central obrera. Nadie discute que es necesario actualizar el mínimo no imponible, universalizar las asignaciones familiares, subsanar el déficit de muchas obras sociales. El tema es que esa agenda tiene que tener una sola meta que son los derechos del trabajador. No utilizarla con otro fin.
–¿Cree que el Gobierno está postergando estas decisiones debido a esta disputa gremial?
–No tendría por qué serlo. En algunos casos, tendría que haber soluciones en el aquí y ahora porque estamos hablando de beneficiar a los trabajadores, más allá del tinte que cada uno pueda ostentar. El Gobierno tampoco puede utilizar estas reivindicaciones a partir del manejo de una interna de la CGT.
–Uno de los elementos que reivindica el moyanismo para seguir al frente de la CGT fue su resistencia a las políticas neoliberales de los noventa. ¿Qué evaluación hace de su conducción en ese período?
–Todos tenemos historial en el movimiento sindical y debimos atravesar diferentes etapas. Lo que hay que respetar es la democracia de cada sindicato. Yo no puedo juzgar a tal o cual dirigente, sin respetar la decisión de su propio gremio. Los cambios en la dirigencia lo generan sus propios trabajadores. Hacer hincapié en la década del ’90, puede servir para la publicidad. Pero no para interpretar en serio lo que significó cabalgar esos tiempos, siendo dirigente gremial, y teniendo que solucionar la problemática de cada uno. En el caso particular de nuestro sindicato, hemos sido reelegidos por los trabajadores. Es allí donde yo me debo. Si tuviera una señal negativa, son los propios trabajadores los que me la van a hacer saber.
–Daría la impresión de que el espacio que se opone a la continuidad de Moyano en la CGT es de tal heterogeneidad que le cuesta establecer una estrategia común.
–Esto obedece a varias razones. Ordenar una mayoría es más complejo que ser una minoría. Segundo, dentro de esa mayoría convivimos matices diferenciales, productos de diferentes desencuentros y reencuentros dentro de la historia del movimiento sindical. Entonces, arribar a acuerdos se hace más complejo. Pero en lo que estamos todos de acuerdo los que convivimos en este espacio es que queremos un Congreso legal y legítimo. Estamos impugnando al Consejo Directivo que supuestamente convocó al Comité Central Confederal (CCC) y al Congreso porque careció de quórum. Esto se logra estando los titulares de cada sindicato, cosa que no pasó. Nosotros tenemos certificado que el 24 de abril, cuando se hizo esa reunión del consejo, estaban presentes 16 miembros reales del Consejo Directivo. Por lo tanto, no tenía quórum. A partir de ahí, hay un vicio de ilegalidad en el resto de la convocatoria. Además, en lo político tiene que ver con que hay que establecer reglas de juego muy claras para que el Congreso que se convoque tenga el consenso de todos. Que se haga con la presencia exclusiva de los congresales y no con gente ajena. Nosotros convocamos en la Uocra a más de 70 organizaciones gremiales. En la historia del movimiento obrero hay sindicatos que pueden haber no estado en su momento en la conducción de la CGT pero estamos viendo que en este espacio hay gremios que históricamente fueron cegetistas. Estamos hablando de organizaciones como la Uocra, Upcn, la UOM, Smata… Hasta hay gremios que han estado con el moyanismo y que cruzaron de vereda. Evidentemente, algo está pasando.
–Si están convencidos de que son mayoría, ¿por qué no dan la pelea en la misma cancha?
–Para llegar a ese punto hace falta un congreso que funcione con legalidad. Si un sindicato que tiene 80 y pico de congresales, de repente dice que tiene 200 congresales, está falseando el congreso. Esto es lo que está pasando.
–Pero en las reuniones previas donde se definieron las reglas de juego del congreso ustedes tampoco participaron.
–Es que nos desayunamos todos con una declaración pública de Moyano que iba a convocar al Congreso contra viento y marea y que él iba a ser el próximo secretario general. Tiene todo el derecho a postularse pero en principio tiene que garantizar al conjunto del movimiento obrero la realización de un congreso legítimo y legal. A partir de que no sucede esto, es imposible ir a algo que no manejamos todos. Si el conjunto de las organizaciones participa del armado del congreso y lo consensúa, ahí están garantizadas las posibilidades de elegir una nueva conducción. Pero este paso no se dio.
–Para convocar a otro congreso tienen que esperar que el Ministerio de Trabajo impugne el convocado para el 12 de julio?
–El Ministerio de Trabajo tiene la obligación de expedirse. Ahí se pueden abrir distintos caminos. Si hay una actitud de comprensión de la problemática, lo lógico es que se forme una comisión mixta entre los sectores en pugna y se resuelva claramente ponerse de acuerdo en cómo se convoca a un congreso y cómo se participa. Si la minoría que representa Moyano no acepta esto, nosotros tampoco nos vamos a quedarnos sin CGT. Incluso, tenemos mayoría en el actual Consejo Directivo para autoconvocarnos y dar los pasos necesarios para convocar a un CCC y a un congreso. Queremos recuperar la CGT para que se reordene su poder gremial que hoy está bastante disperso. Necesitamos que vuelva a ser una organización colegiada, donde sus problemas se resuelvan en una mesa de conducción. La CGT no puede ser un partido político ni opositora ni oficialista. Esto es lo errado y lo que deforma la posibilidad de recuperar la fuerza gremial que necesita nuestra central obrera. Nadie discute que es necesario actualizar el mínimo no imponible, universalizar las asignaciones familiares, subsanar el déficit de muchas obras sociales. El tema es que esa agenda tiene que tener una sola meta que son los derechos del trabajador. No utilizarla con otro fin.
–¿Cree que el Gobierno está postergando estas decisiones debido a esta disputa gremial?
–No tendría por qué serlo. En algunos casos, tendría que haber soluciones en el aquí y ahora porque estamos hablando de beneficiar a los trabajadores, más allá del tinte que cada uno pueda ostentar. El Gobierno tampoco puede utilizar estas reivindicaciones a partir del manejo de una interna de la CGT.
–Uno de los elementos que reivindica el moyanismo para seguir al frente de la CGT fue su resistencia a las políticas neoliberales de los noventa. ¿Qué evaluación hace de su conducción en ese período?
–Todos tenemos historial en el movimiento sindical y debimos atravesar diferentes etapas. Lo que hay que respetar es la democracia de cada sindicato. Yo no puedo juzgar a tal o cual dirigente, sin respetar la decisión de su propio gremio. Los cambios en la dirigencia lo generan sus propios trabajadores. Hacer hincapié en la década del ’90, puede servir para la publicidad. Pero no para interpretar en serio lo que significó cabalgar esos tiempos, siendo dirigente gremial, y teniendo que solucionar la problemática de cada uno. En el caso particular de nuestro sindicato, hemos sido reelegidos por los trabajadores. Es allí donde yo me debo. Si tuviera una señal negativa, son los propios trabajadores los que me la van a hacer saber.
Poema escrito por Cesar Garnica
Compartimos un articulo publicado en el Suplemento "las 12" del diario Pagina 12, escrito por nuestra compañera María Jose Bernasconi
VIERNES, 18 DE MAYO DE 2012
EL MEGAFONO)))
La salud de nuestras hijas e hijos
Por Maria Jose Bernasconi *
“El nacimiento y la economía” es el lema de este año, en la Semana Mundial por un Parto Respetado que se conmemora desde el 21 hasta el 27 de mayo. La Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización de Partos y Nacimientos (Relacahupan) llevará a cabo varias actividades en distintas localidades, entre ellas, el 22 de mayo, a las 18, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, donde, por invitación del diputado Claudio Palmeyro, reflexionaremos sobre los parámetros con los que se mide la salud y en qué invierten los gobiernos.
En términos de salud pública hacemos eje en qué se invierten los fondos y planteamos, una vez más, la irracionalidad del sinnúmero de acciones e intervenciones innecesarias que se hacen en los procesos de embarazo, parto y nacimiento, sin una consciente y certera evaluación del costo-efectividad en los servicios de salud materna.
Los estudios sugieren que la atención a la salud es más económica cuando se proporciona en el primer eslabón de atención: el embarazo y el parto normal pueden ser atendidos en este nivel ya que el personal de maternidades y los medicamentos constituyen los componentes más importantes del costo.
Para entender la viabilidad de ciertas intervenciones específicas de salud materna en el contexto de las economías de recursos limitados, es importante considerar cuáles serían las intervenciones que tienen un costo grande y que, basadas en evidencias científicas de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), se han transformado ya en prácticas obsoletas como rasurado, rotura artificial de membranas, inducción de rutina, cesáreas innecesarias, episiotomías. Estas intervenciones todavía se realizan, pero tienen costos que podrían suprimirse y trasladar los fondos a la atención preventiva como consultas pre y post natales, preparación integral con espacios multidisciplinarios –para informar y trabajar con las parejas gestantes y sus familias–, y, con el objetivo de alcanzar el empoderamiento de la mujer, que así se hace dueña y participante activa de este evento que le pertenece, grupos de apoyo durante el puerperio, visitas domiciliarias que vean el bienestar físico y social de cada puérpera, el apego al bebé, la lactancia, etcétera.
Podríamos pensar, entonces, en las recomendaciones de la OMS para la atención del parto; no realizar intervenciones rutinarias y sin base científica que las justifique; dejar que la mujer esté acompañada por una persona de su confianza, y pedirles a los profesionales que sean conscientes, sabiendo que el parto es considerado un evento natural, fisiológico y sexual, en que se otorga a la madre y a su pareja lo necesario para no atentar contra su integridad física y emocional.
* Coordinadora Nacional Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización de Partos y Nacimientos (Relacahupan) y del Centro de la Mujer “Cuestión de Género... mucha tela para cortar” de la Fundación Misión y Servicio.
15 de Septiembre - 18:14hs
En el Museo del Bicentenario
Abal Medina y Andrés Rodríguez recorrieron una muestra de arte
El secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina y el secretario general de Unión Personal Civil de la Nación, Andrés Rodríguez, recorrieron la colección de arte del sindicato que se expone en el Museo del Bicentenario de Casa de Gobierno.
Abal Medina dijo que "esta muestra nos parece muy importante y fue muy significativa para la presidenta porque justamente estamos hablando del trabajo y el arte, los grandes pilares de este nuevo modelo".
Por su parte, Andrés Rodríguez dijo que "hemos venido adquiriendo una serie de pinturas y esculturas y desde la semana pasada está abierto al público" y añadió que "están visitando la muestra muchos trabajadores".
La muestra es de artistas argentinos o radicados en el país que tomaron el trabajo como tema de su obra, como el pintor Ricardo Carpani.
"Acá se puede ver cómo se amalgama la calidad de los artistas con la cultura del trabajo", destacó el sindicalista.
La exposición puede visitarse de miércoles a domingos de 10 a 18, hasta el 25 de septiembre y luego recorrerá el país en una muestra itinerante.
Por su parte, Andrés Rodríguez dijo que "hemos venido adquiriendo una serie de pinturas y esculturas y desde la semana pasada está abierto al público" y añadió que "están visitando la muestra muchos trabajadores".
La muestra es de artistas argentinos o radicados en el país que tomaron el trabajo como tema de su obra, como el pintor Ricardo Carpani.
"Acá se puede ver cómo se amalgama la calidad de los artistas con la cultura del trabajo", destacó el sindicalista.
La exposición puede visitarse de miércoles a domingos de 10 a 18, hasta el 25 de septiembre y luego recorrerá el país en una muestra itinerante.