Desde
1975, el Día Internacional de la Mujer se celebra el 8 de marzo "para
conmemorar la lucha histórica por mejorar la vida de la mujer".
El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil
de Nueva York, en los Estados Unidos, organizaron una protesta. Luchaban contra
los bajos salarios y las condiciones laborales inhumanas. La policía cargó
contra las manifestantes y las dispersó. Dos años más tarde, también en marzo,
estas mujeres crearon su primer sindicato con el fin de protegerse y conseguir
ciertos derechos laborales básicos.
El
8 de marzo de 1908, 15 mil mujeres se manifestaron por las calles de Nueva York
para exigir un recorte del horario laboral, mejores salarios, el derecho al
voto y el fin del trabajo infantil. El eslogan que eligieron fue "Pan y
Rosas"; el pan simbolizaba la seguridad económica, y las rosas, una mejor
calidad de vida.
En
1975, la ONU atrajo la atención de la comunidad internacional hacia la
situación de los intereses de la mujer mediante la institución de un Año
Internacional de la Mujer y la convocatoria de la primera conferencia sobre la
mujer en Ciudad de México.
En
diciembre de 1977, la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución en la
que se proclamaba la institución de un Día de las Naciones Unidas para los
Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. La celebración de cuatro
conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre la mujer ha contribuido a
convertir las reivindicaciones en pos de la consecución de los derechos de la
mujer y su plena participación en la vida política y económica de la sociedad
en una realidad cada vez más palpable.
Se impone recordar y hacer especial mención a la Madre
Teresa de Calcuta, Eva Duarte de Perón, Alicia Moreau de Justo,
Juana Azurduy, Macacha Güemes,
Victoria Ocampo, entre tantas que han trabajado desde lo social y lo espiritual,
en pos de los derechos humanos, la justica social y la igualdad de género.
Hoy,
08 de MARZO de 2014, en este día,
queremos homenajear a todas las mujeres que colaboraron en la construcción de
nuestra Patria, como Juana Azurduy, Teniente Coronel del Ejército, que portaba
la espada entregada por Manuel Belgrano; como Macacha Güemes, que recogió la
espada de su hermano, el caudillo norteño y se hizo cargo de los soldados,
lanza en mano; y a las que hoy siguen colaborando día a día, las mujeres trabajadoras,
las que están siempre junto, codo a codo, con su compañero para hacer la vida
de la familia más digna, las que luchan cada día, las que no se entregan, las
que no se quiebran, a las que nos dan la
sabiduría de sus vidas ya hechas y para las jóvenes frescas que recién
empiezan, a todas ellas queremos homenajear hoy recordando a Evita.
EVITA,
por siempre Evita militante, Compañera de PERÓN, de los descamisados, de “sus
grasitas”, de sus pibes y de sus ancianos, de los trabajadores, esa mujer que decía: “Defiendo lo que la mujer tiene el
deber de defender: su sangre, su pan, su techo, sus ensueños”.
Con
Evita como bandera, hoy queremos homenajear a todas las mujeres, que cada día,
dan batalla por una Patria más justa, más libre y más soberana.
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UN AFECTUOSO ABRAZO A
TODAS LAS COMPAÑERAS DE LA ANSES